La Mirada Infiel
Me
encuentro con su mirada, no es una mirada fortuita y la mantiene
valiente cuando me doy cuenta de que me está mirando. Durante unos
instantes eternos se establece una comunicación inequívocamente
lasciva.No la conozco y el local está lleno de gente, pero de pronto parece que un canal visual nos aísla del bullicioso entorno, entorno en el que se encuentran también su marido y un par de hijos pequeños.
He notado su mirada gracias al blanco de sus ojos (esclera), que nos delata como un faro luminoso que advierte a nuestros congéneres de que les estamos mirando.
Su marido también se ha dado cuenta de que había blancos de ojos cruzándose y analiza la situación para comprobar si esos blancos lazos se entrecruzan con alguna intención o se trata sólo de un accidente visual. Tres son multitud, así que la comunicación se interrumpe de pronto -coitus interruptus- y todos seguimos con nuestra actividad haciendo como si no hubiera pasado nada. Sólo han sido unos instantes, pero ha pasado, y me ha gustado.
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Como
te ven, te tratan.