He Oído Campanas

He Oído Campanas
A “son de campana tañida” se convocaba a los vecinos para comunicarles cosas de interés para todo el pueblo.

A veces tocan “a misa” con un ritmo diferente en función de que se trate de una misa de diario o de una misa festiva.

Otras veces las campanas “repican”, suenan a fiesta y alegría. Un repique de campanas son tus pasos para mí.

También tocan “al vuelo” con una alegría desatada (echar las campanas al vuelo). A veces los mozos más atrevidos del pueblo se suben a ellas cabalgando su alborozo.

En ocasiones tocan a “rebato” (de repente) para avisar de algún peligro inminente, como un incendio o la llegada de algún enemigo. 

Las hay que tocan “a hielo” para ahuyentar las heladas o a “tentebluno” para avisar de tormentas que pueden diezmar las cosechas.

El toque de “difuntos” o “clamor” anuncia la muerte de un adulto, del mismo modo que el toque de “gloria o “tilinduna” anuncia la muerte de un niño.

Las campanas "doblan" cuando dan la vuelta completa, produciendo una secuencia de tañidos lánguidos por su especial cadencia, anunciado un suceso triste.

No preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti.

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Como ocurre con el cubo de Rubik, a veces hay que empezar por descolocar las piezas para conseguir que al final todas encajen.