Bienvenidos Al Festín

BIENVENIDOS AL FESTÍN
El gobierno va a vender RENFE a empresas privadas. Liberalizar el transporte lo llama.
Liberalizar suena bien, pero lo que está haciendo el gobierno es vender a empresas privadas un recurso fundamental para el país, un recurso que es de todos, un recurso que no es suyo y por lo tanto no puede disponer de él a su libre albedrío.

Dame pan y llámame can, reza el dicho. Las bandas que se alternan en el poder, alternancia programada para que parezca una democracia, tienen las espaldas anchas y no les importan los gritos de indignación de los ciudadanos, ya que en realidad trabajan para los mercaderes y son ellos quienes les permiten hacerse ricos.

Cuando una de las bandas está en el poder, se apropia del dinero del país, coloca a todos los miembros que puede en puestos a cargo del Estado y los miembros destacados de la misma se reparten el botín.
Cuando les releva en el mando la otra banda, los dirigentes cesantes pasan a ocupar cargos honoríficos en grandes empresas privadas, que es la manera de agradecerles los favores prestados durante su mandato.
Cuando una banda pasa a la oposición, dice que el pueblo ya ha castigado sus errores no renovándoles su confianza. Llaman errores al saqueo y al delito continuado contra el país, y llaman castigo a no volver a elegirles hasta pasados cuatro años.

Señores, el saqueo al país se paga con prisión y expropiación de todos vuestros bienes; no penséis que expoliar y arruinar al país os va a salir rentable.
Privados pueden ser los bares y las zapaterías, pero no la sanidad, la educación, la banca, la energía o el transporte.

Los recortes tienen un objetivo claro: cuando los mercaderes han colocado a una de sus bandas en el poder (todas las bandas importantes trabajan para ellos tarde o temprano), el objetivo que tienen es sanear con dinero público los servicios fundamentales para el país y dejarlos listos para vendérselos después a los mercaderes a precio de saldo.
Otra de las técnicas es dejar los servicios fundamentales del país en tal estado de ineficacia que no quede más remedio que sean las empresas privadas las que se encarguen de gestionar la salud, la educación, la electricidad, el gas, el agua, la seguridad, el transporte, etc.

Los mercaderes están asistiendo a un festín que no acaba nunca, especulan para arruinar al país y cuando le tienen de rodillas proporcionan la coartada perfecta a los gobernantes para que les vendan todos sus recursos, ya saneados, a precio de risa.

Señores mercaderes, la extorsión a un país es un delito, el dinero pagado por el rescate será recuperado y vosotros..., bueno, vosotros ya veremos.

Perro no come perro.